Hoy por la mañana hemos salido a dar una vuelta por Mérida sin ninguna pretensión, hemos ido a comprar unas hamacas en una tienda que estaba a unas cuantas cuadras del centro de la ciudad y que nos había aconsejado la propietaria de una tienda cerca del hotel.
Eran las 10 de la mañana y las calles estaban llenas de gente, comercios de ropa y complementos por todos los lados y mucha gente comprando en ellos. Hemos llegado a la tienda de las hamacas haciendo la compra correspondiente.
A la vuelta la curiosidad nos ha hecho entrar por una de las calles perpendiculares a la principal, parecía que estábamos entrando en un mercado...
Había unas pocas tiendas de ropa y a la derecha se podían ver unas tiendas de joyas y venta de oro y plata, para allá nos hemos dirigido. Las joyas no tenían mucho interés para nosotros, pero hemos ido avanzando por los pasillos estrechos y parecía que no se acababan los puestos. Puestos de ropa, joyas, zapatos, ferretería, frutas, verduras, sección de carnes, pesados, este mercado era infinito y gente por todos los lados. Hemos preguntado en algunas de las tiendas pero no hemos comprado nada.
A la una del mediodía nos han recogido para hacer la visita a las ruinas de Uxmal, la visita ha sido pasada por agua, aunque no por ello hemos dejado de ver los puntos más importantes, la casa del adivino y el efecto sonoro de una de sus fachadas, el cuadrángulo de las monjas, el juego de pelota, la casa de las tortugas y el palacio del gobernador.
No hemos podido ver el espectáculo de luz y sonido, pues se ha tenido que cancelar por la lluvia, pero aún así ha sido una jornada divertida, el grupo con el que estábamos era muy divertido y de lo más dispar. Una madre chilena con sus dos hijas que estudiaban en Cuba y un chico mejicano muy culto, además de los guías que daban mucho juego.
Hemos aprendido muchas cosas de nuestros países hermanos, piropos, chistes, uso de las palabras.
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